La Filosofía de la Teología Medieval.


Durante la Edad Media la Filosofía se enfoco en la idea de un ser supremos que es el creador de todo lo que existe. Esta Filosofía sentó las bases de la religión Católica que estableció dos elementos fundamentales: La Fe y la Razón.

La Fe y la Razón en esta época subsisten con cierto grado de conflicto, ya que en esencia estos dos conceptos de contraponen. La Fe se define como la creencia de una persona, cosa, deidad, opinión, doctrina o enseñanza religiosa que no es sustentada por prueba alguna. La Razón en cambio es la facultad que tiene el ser humano de pensar y reflexionar para llegar a una conclusión de una determinada situación, esta capacidad se va adquiriendo con las experiencias y conocimientos adquiridos a lo largo de la vida de la persona o a través de las generaciones.

De los primeros filósofos en tratar de establecer todos los fenómenos naturales a través de la fe fue San Agustín (354-430)[1], como parte de tratar de explicar todo a través de la FE planteo la “Teoría de la Iluminación”. La teoría establece que existen verdades que pueden explicar todo lo que sucede a nuestro alrededor, así como responder cualquier pregunta, pero estas verdades no las puede ver el ser humano a menos que su mente sea iluminada por la luz divina que procede de Dios en la cual, y por la cual se pueden percibir todas aquellas cosas para que enriquezcan el intelecto de la persona.

San Agustín sienta las bases de la teología medieval y su relación con la filosofía las cuales se caracterizan por no tener mucha diferencia formal entre las verdades racionales y las verdades teológicas ya que partiendo del fundamento de su “Teoría de la Iluminación”, todo conocimiento racional es dado al hombre a través de la iluminación divina.

La doctrina Agustiniana perdura hasta el siglo XIII donde no puede resistir el peso de la filosofía de Aristóteles a través de uno de sus más fervientes admiradores. Santo Tomás de Aquino.

Santo Tomás de Aquino (1,225-1274) nació en una familia noble por lo que tuvo la oportunidad de asistir a la universidad, gracias a esto estudio a Aristóteles y quedo fascinado por su filosofía. Esto sería una influencia decisiva sobre todo cuando tomo la decisión de ser monje dominico (aunque no estuvieran de acuerdo sus padres). Continuo con sus estudios de Aristóteles en la Universidad de Paris y posteriormente fue profesor de esta. Uno de los temas que trato fue la relación entre la Fe y la Razón.

Según Santo Tomas, La Fe y la Razón no se contraponen, no hay que elegir entre la Fe y la Razón. La Teología explican las cosas o eventos sobrenaturales y la única forma de alcanzar el conocimiento es a través de la Fe. Santo Tomás explica que la Filosofía tiene que ver con todo lo relacionado con el conocimiento a través de la razón y la experiencia. Por lo tanto, establece que no se debe elegir una de otra y no son excluyentes, simplemente se encargan de estudiar fenómenos distintos de la vida.

Durante esta época surge el concepto de “Los Universales” no es otra cosa que “conceptos generales que convienen a los conjuntos que abarcan una misma especie de entes”[2]

Referente a los Universales, Santo Tomás, influido por Aristóteles, establece que no son realidades individuales, sin o que son conceptos que el ser humano puede acceder a través de la abstracción, por lo tanto, concluye que la esencia no es lo mismo que la existencia. A esto se le conoce como “realismo moderado”.

Una de sus principales aportaciones es tratar de explicar la existencia de Dios a través de la abstracción, creando cinco guías las cuales fueron generadas a través de reinterpretar los conceptos filosóficos de Aristóteles y adaptándolos a la Teología Cristiana. Estas guías son:

  1. El mundo y todos los seres existentes están en continuo cambio o movimiento. Todo lo que se mueve es movido por otro.
  2. Existen causas y causales es decir elementos relacionados con la causa.
  3. Existen seres que existen pero que por alguna causa no deberían existir, es decir seres contingentes.
  4. Hay seres con perfección relativa.
  5. Existe un orden en el universo.

Todo parte de un dato observable[3]

Estas 5 guías constituyeron las bases de la Teología Católica por mucho tiempo, de ahí su relevancia.

Conclusiones.

Los dos grandes creadores de la Teología Católica Medieval fueron San Agustín y Santo Tomas de Aquino. San Agustín basa el fundamento de su Teología en argumentar que cualquier verdad o conocimiento es entregada al hombre para su raciocinio mediante la Luz Divina, estableciendo verdades que pueden explicar todo o que sucede o el origen de cualquier cosa o ente existente. Para San Agustín no existe diferencias entre la Teología y la Filosofía de la ciencia ya que para él todo conocimiento racional es dado al hombre a través de la iluminación divina.

La Teología de Santo Tomás vino a desbancar los principios teológicos de San Agustín, estableciendo las bases de la Teología Católica Medieval a partir de siglo XIII. Para Santo Tomas la Teología no se contrapone con la Razón ya que la Teología explica los fenómenos sobrenaturales mientras que la Filosofía trata de explicar los fenómenos existentes con la razón y la experiencia.

La Teología de Santo Tomás, fuertemente influida por la filosofía de Aristóteles, se basa en 5 guías: 1) El mundo y los seres vivos están en un continuo cambio, 2) Existen causas y causales, 3) Los seres existen por alguna causa no podrían haber existido, 4) Hay seres con perfección relativa, 5) Existe un orden en el universo.

Sobre estas 5 guías se basa la Teología que rigió por muchos siglos a la Religión Católica.

Referencias.


  1. Ottaviani, D. (2011, 1 junio). ¿Qué es el Agustinismo? Open Edition Journals. https://journals.openedition.org/criticon/2511#:%7E:text=9La%20teor%C3%ADa%20agustiniana%20del,inteligibles%20por%20el%20pensamiento16.